“El pirograbado, (del griego “piros” = fuego, y “graphos” = escritura) es una técnica de dibujo principalmente; pero su utilización abarca, en la práctica, cualquier grabado que emplee el aparato llamado pirograbador o pirógrafo.”
El pirograbado, del griego “pyros” (fuego) y “graphos” (escritura), es primordialmente una técnica de dibujo; pero su empleo abarca, en la práctica, cualquier tipo de grabados que utilicen un pirograbador o pirógrafo.
El pirógrafo es un instrumento, parecido a un soldador manual, que emplea la electricidad para generar el calor necesario en las diferentes puntas metálicas que se pueden utilizar.
Y consta de tres elementos básicos:
El pirograbador trata de quemar un soporte material, ya sea de madera, cuero, papel, cartón, etc., sobre cuya superficie se ha copiado o dibujado un determinado tema para grabar.
Regulando la intensidad del calor que acumula la punta, se consigue más o menos fuerza en el quemado y, de este modo, se obtienen las distintas tonalidades de color del trabajo: desde un marrón suave hasta el negro más intenso.
El autor de estos pirograbados, José Collados Zorraquino, nació en la provincia de Teruel, donde varios de los antiguos mudéjares de la región diseminaron su peculiar arte, no sólo por la capital (visible, por ejemplo, en su incomparable catedral) sino también por muchas otras poblaciones del sur de Aragón.
Al iniciar José su carrera docente (que no finalizó hasta la misma jubilación), ya impartió clases de Historia del Arte en el prestigioso Colegio La Salle de Teruel. Y, quizás, aquellas primeras lecciones sobre el arte, despertaron en él, y muy tempranamente, no sólo la inquietud por conocer mejor alguna de sus modalidades, sino también el deseo de implicarse y de experimentar la práctica de alguna de las ramas artísticas más clásicas.
Sin embargo, desde aquellos primeros contactos teóricos con el arte, transcurrieron un buen puñado de años dedicado exclusivamente a la docencia privada y pública (y a la familia) en la ciudad de Barcelona y en la de Granada (a la que se trasladó con la familia en 1984). Fue un largo período de su vida, sin ninguna otra oportunidad real para desarrollar sus iniciales inquietudes artísticas.
Pero, finalmente, llegada la oportuna fecha de su jubilación laboral, en Granada, inició con gran inquietud, y constante dedicación, el primer contacto con el mundo del grabado artístico (2007). Un pequeño grupo de amigos, dirigidos y orientados por Dª M.ª Rosa Delgado (diplomada previamente en la Escuela de Artes Aplicadas de la ciudad) formaron un modesto Taller de Grabado que pronto fue dando sus frutos en alguna de sus diversas técnicas, hasta culminar la etapa inicial de esos primeros años, se montó una gran Exposición conjunta (Pintura, Grabado y Dibujo) en la Sede Central de la Caja Rural de Granada (2013).
No terminaron ahí, sin embargo, las inquietudes artísticas de José Collados; porque, sin dejar sus actividades del grabado (que indiscutiblemente le servirían de base técnica y experimental) , conoció un nuevo Taller de Pirograbado (2012) en el Centro de Participación Activa “Buenos Aires” (Granada). Allí se integró en el grupo que coordinaba y orientaba D. Andrés Montero. Desde entonces, José fue descubriendo las técnicas y secretos del pirograbado, al que dedicó también muchas horas e ilusión para ir progresando en sus trabajos.
A través de esta web, J. Collados nos da a conocer su amplia obra, de variada temática, pero siempre buscando la pulcritud y el detallismo más realista en sus obras, que ya han protagonizado las tres últimas Exposiciones de Pirograbado, en el mismo Centro Buenos Aires.
